viernes, 2 de octubre de 2009

El momento oportuno. (Eclesiastés)


3:1 Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:

3:2 un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancarlo plantado;

3:3 un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;

3:4 un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;

3:5 un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;

3:6 un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;

3:7 un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar;

3:8 un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciertamente, hay un tiempo para cada cosa. A veces nos resulta difícil entender. Y lo que más duele es el no saber cerrar los ojos y sentirnos vivos.
Besos.

L.M.A.G. dijo...

En estos tiempos de prisas y carreras, también de impaciencia la verdad es que cuesta creer que hay un tiempo para cada cosa. Cuando nos hacemos mayores sí que lo apreciamos. Besotes Bel.